Ernesto y su magnífico perro Sultán, a los dos días de desparecer, Marta, SABÍAN que su pista terminaba en el río. El instinto de la madre de Marta –bendita sea- donde llega el instinto de una madre, no hay policía que se precie, le decía que el “presunto” (su puta madre, con perdón de las putas) MIGUEL, era el que había matado a su hija. La policía desestimó la versión de Ernesto y su heroico perro Sultán y ahora nos planteamos todos idéntica INTERROGANTE: ¿Se pudieron ahorrar 20 días de auténtico suplicio, de indeseable calvario, de insufrible angustia, para la familia de Marta?. Comienzan a esbozarse las primeras CHAPUZAS en la investigación. Pero claro: “urge esperar” como sentenciaba Churchil. Además la colaboración ciudadana es muy importante, como dicen las autoridades incompetentes, pero cuando se trata de hacerle la más mínima sombra de competencia a las fuerzas de seguridad del estado, parece como que se cuestiona por parte de éstas. El caso es que SULTAN, señalaba el río desde primera hora y Ernesto se lamenta de que su desinteresada colaboración, no ha sido lo suficientemente relevante para el desarrollo de la investigación. Este zorro decadente ebrio de justicia y venganza, quisiera darle un beso y un abrazo a la desconsolada madre de Marta, por su intuición de madre, por encima del conocimiento y la razón de todos los expertos del mundo. Y no sabría como agradecer al abuelo, sus continuos y largos paseos vadeando el río (no hay quien se lo quitara de la cabeza que su nieta estaba en el agua desde el primer momento) y sobre todo, SOLIDARIZARME con el ciudadano ejemplar, Ernesto y su heroico perro SULTÁN, que señalaron un fatal destino y un triste desenlace que pudo adelantarse en las formas y el tiempo perdido.
Pasó la primavera de mi vida y sigo enamorado...
"la justicia es ciega, pero no tonta"
Ese río de Sevilla que se lleva y nos trae tantas cosas
ResponderEliminarLo primero, querido Cruel y Justiciero, es felicitarte (permíteme el tuteo si a vos no le importa), por tu blog. He estado leyendo algunas entradas y he comprobado además, que has comenzado no hace mucho en este mundo de los blogs, al cual te animo que sigas y continúes denunciando aquellos actos que veas conveniente, porque en ocasiones, hace falta. Mucha falta.
ResponderEliminarEn cuanto al tema tratado en tu entrada, debo reconocerte que me resultó muy extraño y chocante -llegó a sorprenderme muchísimo- que Ernesto y Sultán fueran ninguneados por la Policía. Supongo que el carácter voluntario y extraoficial de esta persona y su perro han influido en su ignorancia, aunque la Policía debía haberles tenido en cuenta desde el principio.
En cuanto al autor o autores, te citaré una frase que aparece en Sin Perdón, la magnífica película de Clint Eastwood: "Cuando matas a alguien, no sólo le quitas todo lo que tiene, sino todo lo que podría tener". Mi más profundo desprecio y repugnancia para con aquellos que se atreven a decidir el destino final de una persona.
Me ha gustado tu blog. Prometo volver.
Un abrazo.
LLevo horas explicándole a mi padre que no comprendo como la policía no tomó en cuenta el sitio donde Sultán llavaba a su amo Ernesto, y no lo hizo solamante una vez, por lo visto lo llevó varias. Deberían de haberla buscado mucho antes, no estaría viva, pero al menos sus padres y familiares le hubieran podido ya dar cristiana sepultura y no pasar por todo lo que están pasando
ResponderEliminarSaludos
No sé cómo se llevarán esas cosas en las investigaciones oficiales de la policía pero supngo que siguen unos protocolos y que hacen todo lo que pueden para resolver sus casos. ¿Qué pasa con todos aquellos que dicen cosas contradictorias en las investigaciones? Por ejemplo la señora que decía que la había visto en no sé dónde. Hay que tener mucyo cuidado con las cosas que se dicen, y por mi parte sigo creyendo en nuestros cuerpos de seguridad.
ResponderEliminarEn primer lugar, quiero daros las gracias. Estoy exultante por la visita de ilustres foreros como el amigo AGUAÓ y la calurosa acogida que le etais dispensando a este Zorro decadente en general. En cuanto al tema que nos ocupa, estoy de acuerdo que hay que confiar y creer en el buen hacer de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Pero amigo JAAR DHE BARBARIAN, como el instinto y el sexto sentido de una madre, no hay nada y como el olfato de un perro magnificamente adiestrado, tres cuartos de lo mismo. Aquí teneis vuestra cueva. Volved, cuando querais.
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