Siempre hay jarrones para flores y tiesto para la mierda. Aparecen las “aves carroñeras” con sus maletines negros a ejercer el aspecto más injusto de la justicia en sí; el derecho a lo que no hay derecho. Toda persona tiene derecho a una defensa justa, pero el caso es, que no es lo mismo actuar como abogado de oficio en el sorteo de la delincuencia rutinaria, que te toque la Lotería de defender de oficio a los autores, cómplices y encubridores de un crimen que ha conmocionado a la opinión pública en general y se presenta ante los medios de comunicación como el acontecimiento jurídico del año. La justicia es gratuita, pero el abogado o abogados encargados de defender a estas bestias, saben muy bien que la oportunidad que se le brinda en su carrera profesional, no tiene precio y la van ha aprovechar preciosamente –desde el primer momento- que se han sentido “agraciados” por el gordo. Y ahí están ya las primeras intervenciones de los que ejercen el derecho a lo que no hay derecho. La oposición firme al primer auto dictado por la Juez que instruye el caso, de prisión incondicional de dos años, para Míguel y Samuel: “de eso nada, libertad bajo fianza para mis representados…como establece la Ley…puesto que sin cuerpo no hay delito”. He ahí, la cuestión , la justicia se topa con el Derecho y hay que improvisar porque las Carroñeras sobrevuelan ya al acecho. Al olor de la carnaza, la televisión ya se puso en marcha desde el pasado fin de semana, tras montarse en la noria de esta España negra que tanto nos apasiona. En la madrugada de hoy y siempre con el mejor trato de respeto a los protagonistas de este macabro reality show, anduvo tras la huella del crimen, reconstruyendo unos hechos que aún le quedan muchas puntadas que dar. Ay, río Guadalquivir, tu que traes y llevas en tu corriente tantos sentimientos, devuélvenos el cadáver de la joven, Marta. Primero y principal, para que sus padres puedan darle cristiana sepultura y enterrarse con ella aunque sea por el resto de su malograda vida. Y luego después, para hacer de una vez por todas, JUSTICIA con el cuerpo del delito y que estas aves carroñeras que están empezando a sobrevolar nuestro cielo, no puedan nutrirse con la carnaza de tantas presunciones.
Que se aplique la ley
ResponderEliminarPERO QUE NO la ralentize la lentitud de la Justicia.
ResponderEliminarPD. MARTA, aparece, pronto, te necesitamos -como al Cid Campeador- para ganar esta batalla. ¡Tu muerte, no es el final!
Ya ha comenzado el Espectáculo, a las puertas del Juzgado, en la calle León XIII, en Camas y por supuesto en todos los platós de televisión. Nos quedan muchas comexiones en directo con Sevilla. Marta, aparece, por Dios.
ResponderEliminarRecuerdos de un "cursi".
Solo espero que el cuerpo de Marta aparezca y se haga justicia
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