Estabas en el cumpleaños de un@ amig@, concretamente en el club de Golg de una conocida barriada de Dos Hermanas, cuando en torno a las 5 de la tarde salía, tu amigo -el asesino confeso- en su moto, desde Camas a la barriada de Tarthessos. Tu amigo Miguel, había quedado con Marta para aclarar (que más dá lo que fuera). Ya se sabe por donde anduvieron víctima y verdugo: una plazoleta cercana al domicilio de Marta; después los bajos del puente de Triana y por último, el domicilio de Miguel en la calle León XIII. Allí en el domicilio del asesino confeso, se produjo la discusión y el momento fatídico, cuando Miguel golpea a Marta con el cenicero para dejarla inconciente. En torno a las 20 horas de aquella lluviosa y triste tarde-noche (minutos por arriba o por abajo), recibes la maldita “llamada”. Presuntamente viene a recogerte a la conocida barriada de Dos Hermanas, el menor implicado que le había tomado “prestado” a su madre el vehículo W. Blanco. Acudes al lugar del crimen, presencias el macabro espectáculo en toda su magnitud (quizás te atrevas a sugerirle a los presentes que se avisara a los servicios de Salud), pero es obvio que no fué así, que no te dolieron prendas de actuar como cómplice en el crimen. Serías el encargado de conducir el vehículo; cruzarías aquella desapacible noche las calles de una Sevilla que lloraba desde el cielo, escoltado por la moto de tu amigo Miguel que te seguía hasta el puente verde de Camas. Una vez allí, tras el primer intento frustrado por la presencia de unas moticicletas que se acercaban, arrojásteis entre los tres el cuerpo de Marta (no se sabe sí con vida aún) al río. Después, en torno a las 22 h. volvistes con tus amigos de Montequinto. Nadie advirtió nada en tí que delatara nerviosismo o desazón. Lo que más me atormenta en el alma, Tu fri-al-dad, tu cinismo, el descaro con el que seguiste viviendo la película macabra de tu vida como si nada hubiera pasado, continuaste tu ronda de bares y copas hasta altas horas de la madrugada. Lo que más atormenta el alma de toda Sevilla que ya buscaba a Marta: tu fri-al-dad, aquella con la que afrontaste los días inmediatamente posteriores al Crimen, ofreciéndote como alma en pena a colaborar con la atribulada familia y entorno de tu supuesta amiga Desaparecida. Integrándote en su búsqueda, haciendote ver en público, incluso prestándote a hacer declaraciones ante los medios bajo la indigna máscara de tu cohartada. Lo que más me atormenta en el alma: TU FRI-AL-DAD.
viernes, 20 de febrero de 2009
PORQUE A MÍ ME ATORMENTA EN EL ALMA
Estabas en el cumpleaños de un@ amig@, concretamente en el club de Golg de una conocida barriada de Dos Hermanas, cuando en torno a las 5 de la tarde salía, tu amigo -el asesino confeso- en su moto, desde Camas a la barriada de Tarthessos. Tu amigo Miguel, había quedado con Marta para aclarar (que más dá lo que fuera). Ya se sabe por donde anduvieron víctima y verdugo: una plazoleta cercana al domicilio de Marta; después los bajos del puente de Triana y por último, el domicilio de Miguel en la calle León XIII. Allí en el domicilio del asesino confeso, se produjo la discusión y el momento fatídico, cuando Miguel golpea a Marta con el cenicero para dejarla inconciente. En torno a las 20 horas de aquella lluviosa y triste tarde-noche (minutos por arriba o por abajo), recibes la maldita “llamada”. Presuntamente viene a recogerte a la conocida barriada de Dos Hermanas, el menor implicado que le había tomado “prestado” a su madre el vehículo W. Blanco. Acudes al lugar del crimen, presencias el macabro espectáculo en toda su magnitud (quizás te atrevas a sugerirle a los presentes que se avisara a los servicios de Salud), pero es obvio que no fué así, que no te dolieron prendas de actuar como cómplice en el crimen. Serías el encargado de conducir el vehículo; cruzarías aquella desapacible noche las calles de una Sevilla que lloraba desde el cielo, escoltado por la moto de tu amigo Miguel que te seguía hasta el puente verde de Camas. Una vez allí, tras el primer intento frustrado por la presencia de unas moticicletas que se acercaban, arrojásteis entre los tres el cuerpo de Marta (no se sabe sí con vida aún) al río. Después, en torno a las 22 h. volvistes con tus amigos de Montequinto. Nadie advirtió nada en tí que delatara nerviosismo o desazón. Lo que más me atormenta en el alma, Tu fri-al-dad, tu cinismo, el descaro con el que seguiste viviendo la película macabra de tu vida como si nada hubiera pasado, continuaste tu ronda de bares y copas hasta altas horas de la madrugada. Lo que más atormenta el alma de toda Sevilla que ya buscaba a Marta: tu fri-al-dad, aquella con la que afrontaste los días inmediatamente posteriores al Crimen, ofreciéndote como alma en pena a colaborar con la atribulada familia y entorno de tu supuesta amiga Desaparecida. Integrándote en su búsqueda, haciendote ver en público, incluso prestándote a hacer declaraciones ante los medios bajo la indigna máscara de tu cohartada. Lo que más me atormenta en el alma: TU FRI-AL-DAD.
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la guarida del ZORRO
PROHIBIDO LOS JUEGOS DE PELOTAS, BICICLETAS, PATINETES, AROS, ETC. ETC., EN LOS PATIOS, PASILLOS Y AZOTEAS
Que cinismo, que hijo de puta (perdona por mis palabras pero es lo que es) estar de copas como si nada hubiera hecho, como si fuera un angelito.
ResponderEliminarEste tema me está sacando de mis casillas, nunca antes en ningún sitio he escrito así, pero si siguiera tendría una gran lista de calificativos para escribir
Saludos
Estoy precisamente escuchando en estos momentos el reality show montado por tele5 a costa de los sms y 905 y los horarios que ha indicado el Jefe de Policía en la rueda de prensa de esta mañana, NO coinciden con las declaraciones de algunos testigos que se han montado en este carro circense. Veremos a ver en donde desemboca todo esto. Saludos
ResponderEliminarAlgunos parece que no tienen corazón, que miedo.
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