¡MONSTRUOS!

Está el “mostruo de Amstetten” -el probrecito- que rendido ante la evidencia de su monstruosidad, se confiesa “humildemente” como culpable de todos los monstruosos cargos que ha cometido durante veintitantos años contra su hija Helen y sus hijos nietos (me río yo con todos los respetos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, en relación con lo que han padecido estas criaturas) y tenemos también aquí en nuestra ciudad los “monstruitos” autores, complices y encubridores del desgraciado destino de Marta, que están volviendo locos a todo el país cachondeándose de la policía y lo que es peor, haciendo sufrir de una manera inhumana, despreciable e indecible a la familia de esta “martir sevillana” encabezada por su Padre -que ese sí que es un varón de dolores y su madre, una dolorosa de categoría-. No voy a entrar en el capote de la facilidad, para desearle a estos “monstruitos” la peor de las suertes; ni tampoco el los millones de las antiguas pesetas que estamos tirando al río de los despropósitos y ahora vertiendo en el estercolero de los más bajos sentimientos. Lo único que deseo -a parte de lo mejor para esa familia de Marta del Castillo, que somos todos- es desahogarme escribiendo sobre una de las cuaresmas más negras que este cruel y justiciero zorro, recuerda en los días de su azarosa vida. Y es que se masca en el ambiento, lo apagado que estamos todos, parece que sólo los cofrades, por aquello de que su reino no es de este mundo, hacen colas ilusionadas para sacar las papeletas de sitio y pagar religiosamente. Porque Vdes., que como yo, paseais por las calles del barrio, sabeis perfectamente de lo que se habla: en el bar de la esquina -ojú,¡como está la cosa!, no te ponen ni “chochitos”; en la tiendecita del pan, sólo te fían si eres mayor de ochenta años y vas acompañado de tu padre; los desayunos y el bocadillo del mediodía vuelven a ser de lo más casero (¡coño, traido de tu misma casa!), todo ello si tienes la suerte de estar trabajando...porque si estás parado y sigues teniendo la suerte de cobrar el subsidio, no te arriendo las ganancias cuando lo vayas a renovar -que ayer mismo me enteré por la cuñada de un amigo- que están denegando la prestación complementaria de ayuda familiar, al objeto de retardar su pago, simplemente por que “no hay fondos”. De los bancos y cajas, mejor ni hablamos -auténtica fobia- misión imposible. La maldita publicidad que atiborraba nuestros buzones, se ha convertido en cartas y más cartas, perjudiciales para la salud por su contenido amenazante e intimidatorio. Y cuando leemos la prensa y ponemos la tele, aparecen los monstruos del principioen primera plana. Te digo que esto sí que es una auténtica cuaresma, ojalá florezca pronto el azahar y perfume -por lo menos el panorama tan apagado que se respira en todos los ambientes. Menos mal que este sabio pueblo conoce el final feliz de la película y como en la próxima Semana Santa, sabe disfrutar con la pasión y la muerte.