insolventes

Han visto a alguien más quemado que la pipa de un indio; más quemado que el cenicero un bimbo; más quemado que un incensario; que la paleta de un horno; que un camarero en una caseta de feria…Han visto vdes.,. alguien más quemado que el Ministro de Economía que igual que Pedro Botero, se consume en sus propias calderas. Don Pedro Solbes, parece un puente sin agua; parece un río vacío. Se le ve al hombre visiblemente asqueado, majestuosamente vencido, parsimoniosamente hastiado, vergonzosamente fingido, como fuera de sí, vogando en el mar de los números y las cifras, a la deriva entre coordenadas y absisas. Oh, Dios mío, Dios, mío ¿porqué me has abandonado?. Tiene tantas ganas de irse como de que le destituyan, parece que ha gobernado un imperio y no lleva ni un año de plena decadencia. No vió venir la crisis, porque su inteligencia está muy por encima de los vaticinios. No adoptó medidas preventivas porque los números son infinitos y enteros, los primos son los otros –es decir- los que piensan aún que podemos multiplicarnos por cero. ¿Han visto un gobierno en consecuencia más quemado que este?. Ya lo sé: aceptamos crisis como animal de compañía y a María Teresa de la Vega, como directora del patio y que cualquier otro gobierno en el poder, lo hubiera hecho igual pero nó peor. Peor es imposible. No se ha cumplido nada, pero absolutamente nada de las cortinas de humo convertidas en promesas electorales. Repasemos los mítines; los debates sobre la nación; los frentes y el cara a cara. Lo único que ha cumplido este gobierno es su aniversario. Están en la unidad, en la unidad de quemados intensivos. Están realmente tan quemados que el hedor es insoportable.