¿Quien teme al Corregidor?

Un Alcalde pasa a la historia, no por lo que hace por su ciudad, sino por las cosas que inaugura. Así, aunque nos parezca increíble, nuestro corregidor actuar, pasará a los anales de la historia reciente de Sevilla, por ser el Alcalde que inauguró el “metrito”, así como el “cochecito lerén” del metrocentro que recorre la enésima parte del cuadrante que vá desde el Prado hasta la Plaza Nueva, dejando la Avenida enmarañada de catenarias.
Esta Alcalde impasible –que nunca estuvo aquí- puede que pase a la historia por inaugurar la catedral de David el gnomo que se está construyendo en la encarnación para preservar los restos arqueológicos y al mismo tiempo insertarlos en una especie de parte temático de lo más antiestético. Seguramente habrá que tomar muchas dosis de paracetamol, antes de encajar en la llamada “piel sensible”, este mamofreto llamado Parasol.
Está también el proyecto que ya comienza a cimentarse de la torre Pelli o el gigantesco mechero transparente, cuyo complejo empresarial –dicen- que va a dar empleo a más de 4.000 futuros subsidiaros de los 420 euros, que ahora está negando el Sr. Griñán. No creo que nuestro ínclito alcalde, viva –en cuanto a legislatura se refiere- para inaugurar dichos fastos, ni cuerpo que lo resista. Nunca tan poco rendimiento, ha cundido tanto; pero lo cierto es que nuestro moderno Corregidor, ha hecho historia con la ley del mínimo esfuerzo y la máxima concentración de ruidos y molestias. Historia que celebran los abuelos del bonobús gratis y el voto cautivo de sus pensiones. La historia de un sueño en construcción convertido en una auténtica pesadilla para la que nos vendieron, como “ciudad de las personas”.
Por cierto, este Zorro, se dio una vueltecita la otra noche con su caballo por el carril bici y la gente me miraba con una cara, ¡que vamos!, como si fuera un bicho raro.