Pasó la primavera de mi vida y sigo enamorado...

Pasó la primavera de mi vida y sigo enamorado...
"la justicia es ciega, pero no tonta"

lunes, 9 de noviembre de 2009

"Vuelve Pepito el Grillo"

Versus Fernando Savater


La palabra imbécil, es más sustanciosa de lo que parece. Viene del latín baculus, que significa bastón para caminar. Que no se enfaden con nosotros los cojos ni los ancianitos. Si el imbécil cojea, no es de los piés, sino del ánimo: es su espíritu el debilucho y cojitranco, aunque su cuerpo pegue unas volteretas de órdago. Hay imbéciles de varios modelos a elegir:
a) El que cree que no quiere nada, el que dice que todo lo dá igual, el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque.
b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario de lo que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez.
c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo. Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque sí, todo lo que hace está dictado por la opinión mayoritaria de los que le rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.
d) El que sabe qué quiere y sabe lo que quiere y, más o menos, sabe por qué lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca fuerza. A fin de cuentas, termina siempre haciendo lo que NO QUIERE y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces se encuentra más entonado.
e) El que quiere con fuerza y ferocidad , en plan bárbaro, pero se ha engañado a sí mismo sobre lo que es la realidad, se despista enormemente y termina CONFUNDIENDO la buena vida con aquello que va a hacerle polvo.

Todos estos tipos de imbecilidad necesitan bastón, es decir, NECESITAN APOYARSE EN COSAS DE FUERA, ajenas, que no tienen nada que ver con la reflexión propia –osea: la libertad….

Pero…¿En qué consite esa conciencia que nos curará de la imbecilidad moral?. Fundamentalmente en los siguientes rasgos:

a) Saber que no todo dá igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien, humanamente bien.
b) Estar dispuestos a fijarnos en sí lo que hacemos corresponde a lo que de veras queremos o no.
c) Ir desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne espontáneamente hacer (por ejemplo, que le dé a uno asco de mentir como nos dá asco por lo general de mear en la sopera de la que vamos a servirnos de inmediato…)
d) Renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por tanto razonablemente respetables de las consecuencias de nuestros actos….

¿Porqué está mal lo que llamamos malo? Porque no le deja a uno vivir la buena vida que queremos.


Ética para Amador.

1 comentario:

  1. No me importa a cuento d q´ viene, pero he aquí otra entrada sublime.
    un beso d tu mas ferviente admiradora...

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la guarida del ZORRO

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