#Brasas
¿Quien me retuvo a la
fuerza de mi propia libertad
y con las puertas
abiertas redujo mi voluntad?
No fue nadie que fui
yo, aquel que para salvarse
te acusaba de traición.
E inventaba a los
culpables de su propia maldición
¿Quien me acercaba a
la cima nublada del desvarío
y en la locura del
sueño, me arrojaba al precipicio
No fue nadie que fui
yo, aquel que para salvarse
se aferraba a tu dolor
sabiendo que era
culpable.
No eres nadie hasta que el llanto
purifica tu mirada
y empiezas a verlo
claro;
la humildad vence al
orgullo
en el campo de batalla
el perdón vence a la
culpa
el silencio a la
palabra
la luz vence a las
tinieblas
la verdad a quien se
encarga
de engañar lo que a la
vista
está más claro que el
agua.
Aunque el cielo en el
ocaso
sea contemplación
sagrada
el sol muere devorado
por el mar y la
montaña.
¿Quien me infligía tanto daño
que ni siquiera una
lágrima
era capaz de verter
en el yermo de mi alma?
Era yo el mismo de
siempre
que nunca me perdonaba.
#Zorro
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