Carmelita Muñón: Encanni, ¡que bien guele –leshe-¡, se nota que acaba a hasse café, joía…
Encanni: Po prississamente acabo de ponen la cafetera; porque yo –hija- como no me tome mi cafelito pon la mañana –no soy mujen- no puedo tirá de mi cuerpo…y esso que ya ma tomao mi “donmatin; mi donlagia; er gelomartin; y lo dó ubroprofeno”..ve si se me passa er doló cabeza que tengo tan grande, chiquilla…
Carmelita Muñón: Po sientate, encanni, que te via poné er café: ¿tu que lo quiere colao o con su mijita de surrapa…y cuanta cuchará de assuca te echo?... “japuta”, si ejto no é un colaó..ejto é un chino pa escurrí la verdura…
Encanni: Niña, que man terao que la Perona sa echo íntima de Monseñon Servando, anda dissiendo por ahí que é su conssesionario fissiá…como los coche. Mia que le gusta renplandesse a esta mujén, con tá que la confiesse un arssobirpo, é capá de dessapartarsse der catrolissimo.
Carmelita Muñón: Der catrolissimo nó…será del anteirmo –dirá vd., Encanni,- que essa no cree en nadie, má quen nerdinero, asin tiene ar probe der marío, que no sale en la afoto, sino que ya le hassen radriografía.
Encanni: Po mira –niña- sientate y echame cuatro cushará de assuca ve si me sube un poquito la diabeti (porque vaya tela, como ejtá mi Beti de mi arma, que no gana ni en lor entrenamiento)..como te endissia, a mi ma contao”Juanito er tarta” (que le tuve que dissei –al probe- que me lo escribiera porque tenia en esse momento musha prissa) que er confressionario de don Servando é –una artentica cloarca- pero vamo..to lo que te diga a ti é poco.. de la mierda que ejta saliendo por er bajante…riete tu delaliento de la “Guaditoca” ar medio día cuando lorjugo grartico se le remuerden y la peste a camarone con colifloree cossia que deja la Rossario ar passá por su lao…
Carmelita Muñón: Nooo…si yo é que me lo estaba oliendo…si é que soy bruja…si yo lo sabía –encanni- lo sabía…te lo juro po lo má sagrao..mira, se me pone laj canne de gallina…si yo na má que lo ví subío en el prupito, pegando puñetazo en la baranda y acussando a dietro y sinietro…
Encanni: Po esso no é lo mejon…¡calla, calla y no te lo pierda!...escucha…escucha lo que te via contá…que te vá a quedá de piedra…de piedra te va a queda. Ressurta que tu sabe que me cojió a mí hablando con antonio er sacritan (tu sabe que yo le compro to lo día la media dossena de guevo)…resurta –como te toy dissiendo –Carmelita de mi arma, que ejto te lo juro yo po la salú de mi Antoñito que é lo que má quiero en ejte mundo- que me crussé con er monsseñó en la Sacrintia..con esse oló rancio, rancio, rancio que lleva a “varón dandi” y lo oigo dessí con musho, pero que musho, musho..derpressio: “¡qué ordinaria tiene que ser esta mujer, cuidado con bajar a un lugar sagrado en babuchas y con la bata enguatinada y los rulos puestos!”…¡mira, -Carmelita de mi arma- en esse momento me entró un sofoco por torcuerpo…y me subio una cossa tan mala de la boca delertomago –aquí adentro, en lo má intrínseco de mi interió- que no te lo puede ni imaginá..me se pusso la cara amarillaaaa como la pajuela…uno sudore frío; los ossojo se me envolvieron y me entró un tembló en laj mano, que hajta er mirmo don Cressenssio –er probe- me tuvo que dessi:. “Encanni…sientesse Vd., que le via traé un vasso de agua”.
Carmelita Muñón: Oy, encanni, pobressita mía…qué mala suerte, crussarse con suminenssia en bata guatiné y con lo rulo; endeluego esso sería un espertacula dranterco..perdoneme vd, que ria…a vé, Encanni, a vé…¿Cuánta vesse le tengo disho yo a vd, que pa í a esso sitio, se ponga vd, por lo meno la bata guatiné bordá por plaleteirio y endivé de laj babusha, lo sapato de “Mari Pá” que compró vd., en el mercadillo de Arcossa…
Encanni: “Japuta, tambien te va a reí tu en mi propia cara, sabiendo er sofocon que pasé –que esso se quea pa mí…essa pena intrínseca y essa gana de llorá que mira como tengo lossojo –sangrentao como loj bessugo-¡ ay, ay…cada vé que ma cuerdo, se me cae alarma al suelo y la pena me corroe!
Carmelita Muñón: Bueno mujen, no se sofoque vd, má, que yo tengo una cuarta y mitá guardá par farisseo esse de don Servando, que cuando se entere, se le va a poné la cara má morá que er fajin que lleva en la sintura. Mira, excúshame: tu le va a llevá ara mirmo en un sobre metio, la afotocopia que tu Antoñito y yo, hemo sacao del blor de internete que tiene er prenda esse. Y le vas a dissi ejta pelabra con pelo y señale y con musha, pero musha ducassion..mú recarcá: “Aquí tiene vd., monseñon, un claro jemplo de cómo se espresan su freligresse der concesionario, ara digame vd. Si ejte lenguaje no é má ordinario y chabacano que er de una…y si vd, me disse que no tiene ná que vé con esso, po qué puñeta hasse impartiendo su bendición…emprecupesse má por la freligressia, ayudando a essa incurta y ordinaria –como vd disse con tanto depressio- que son en relidá las que tienen la iglesia y er camarín de la Virguen, como una patena y no se dedican como Vd. A tirá la mano y ejcondé la piedra..(cuidaito –que te conozco, Encanni- no se te vaya ocurrí, llamalo farsso, himproquita ni jua….¿eh?...¡muérdete la lengua –mi arma- anque te envenene.
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