Yo no digo que todos los costaleros sean unos valientes, pero si que hay algunos costaleros que son valientes…valientes prendas que cogieron el “palo” hace más de 25 ó 30 años, se agarraron a él, se abrazaron al zanco y no hay quien los eche de la primera ni con agua caliente. Yo no digo que se lo merezcan, por su antigüedad, fidelidad, asistencia a todos los ensayos y entrega absoluta al trabajo por amor a sus sagrados titulares, ni hablo tampoco de cuestiones de sentimiento u otras razones de carácter afectivo. Me refiero al trafico de influencia que ejercen estos apoderados de su trabajadora que la consideran “suya” de por vida –personal e intransferible- y se aferran al “palo” como si le fuera la vida en ello. ¿No comprenden que con más de 35-40 años, hay que pensar ya en retirarse?...cuanto menos por cuestiones de salud osea entre otras. ¿No comprenden que las nuevas generaciones van pidiendo “paso” y nunca mejor empleado el término; que las tallas en altura suben y la media que calza la cuadrilla, no tiene nada que ver con la “igualá” de hace más de 35 años? NO>, por lo visto, no lo comprenden, porque ellos fueron fundadores de la cuadrilla y por lo visto nunca se dejaran vencer ni convencer por la razón ni la lógica. Ellos fueron los primeros, los que echaron la barba bajo el paso, los que cambiaron de estado civil sobre los pies, los que bautizaron a sus retoños en la hermandad y los vistieron de costaleros para darle la mano entre los faldones. Todo eso es muy emotivo y gratificante, pero, ¿les dá derecho a protagonizar un motín, cuando los responsables de una hermandad consideran que ya es hora de efectuar los cambios?. Creo, que para nada tienen otro derecho que no sea el del compañerismo y la solidaridad con sus hermanos que llevan en lista de espera muchos años de cristiana paciencia.
Otra cosa muy diferente sería que llegara un capataz avispado y sabueso, de estos que escogen a sus “hombres de confianza”, según la frecuencia con que visiten su negocio y el volumen de facturación que consuman en el mismo y vayan pudriendo con sus nuevas incorporaciones la cesta de manzanas que formaban una piña en la cuadrilla. Historia que se viene sucediendo cuando hay una Junta de Gobierno débil y un capataz sin escrúpulos de ningún tipo a la hora de llevarse de una cuadrilla a otra a “su gente”.
¡Valiente costaleros! Los “unos” como el caballo de Atila –los otros- por donde pasan, no crece la yerba…pero corre la cerveza entre besos y abrazos.
Un “pokito” de por favor, que nos vamos a cargar la gallina de los huevos de oro: vuestro amigo, El Zorro.
Amén.
ResponderEliminar¿Y quien tiene la culpa de todo eso?
Pues eso, de acuerdo.
Un abrazo