El Zorro se siente bien; no se lo pregunten, que no lo sabe…no se lo explica, como la tala de árboles en el Porvenir ó la construcción de la Biblioteca universitaria en los jardines del Prado (por cierto, paralizadas por el Supremo) -¡albricias!- le silva la polla, viejas canciones de amor como llantito de perro; piensa en verde a pesar de sus “cien años de soledad” porque dicen que Dios ha vuelto en una “Harley” y pasa olímpicamente de la catedral del mar…¡qué cojones!, acaso no hay un anciano que la está construyendo a base de material reciclado. Joder ¡que bien se siente el tío!, blande la toledana como si fuera una regadera, no hay cosa mejor para los locos que una regadera lloviendo en miniatura. Se pone contento por nada, porque no hay nada que merezca la pena entristecerlo, celebra su retiro espiritual en la guarida, viviendo como un cerdo, sin cambiar la ropa de cama en nueve semana y media, fregando: un plato, un vaso, una cacerola de pasta con la punta del meridiano occidental y tirándose en la hamaca para hacerse “pajas mentales” que le dan un placer intelectual que no podría jamás transcribirlo. Dice que se siente como “el príncipe de las mareas” –querido y respetado- cruzando los puentes de “madison” y cuando alcanza la cima, al atardecer, le hace musitar un nombre que repite como un salmo. Dime el nombre, dime el nombre..y no me estoy refiriendo a las pastillas. Ven a verme en otoño, amenaza, apuntando a mi corazón con la punta de su espada. Jajajajaja.
Nene, esta vez te has superado, te deseo toda la felicidad q tienes y toda la q seguirá viniendo. Por que tú la inventes!! ;)
ResponderEliminarBeso